La malformación de Chiari es una malformación del cerebro a menudo dolorosa. Esta afección ocurre cuando el cerebelo (la parte inferior del cerebro) se agranda y empuja hacia abajo hacia la columna vertebral. Aunque generalmente no pone en peligro la vida, una malformación de Chiari puede causar síntomas que pueden afectar la esperanza de vida del paciente. Estos síntomas y la forma en que afectan la esperanza de vida se detallan a continuación.
Antes de analizar el impacto de la malformación de Chiari en la esperanza de vida, es importante tener en cuenta que existen cuatro tipos diferentes de malformación de Chiari y algunas de ellas son más graves que otras. Las malformaciones de Chiari tipo I (o 'Malformaciones de Chiari I') son las más comunes y las menos graves. Pueden ser asintomáticos (y muchas personas pueden pasar por la vida sin darse cuenta de que tienen una malformación de Chiari tipo I) o pueden causar síntomas desagradables, pero no necesariamente potencialmente mortales, como dolores de cabeza y mareos, alteraciones visuales y auditivas y náuseas e insomnio asociados. Las malformaciones de Chiari más graves son las de tipo III y IV y tienden a aparecer en la infancia. Las malformaciones de Chiari tipos III y IV pueden provocar síntomas neurológicos muy graves, como pérdida del control motor, incapacidad para tragar alimentos, problemas graves de visión, audición y equilibrio, convulsiones y coma. Todos los tipos de malformación de Chiari se pueden tratar con cirugía. Hay varios tipos de cirugía disponibles, incluida la cirugía de descompresión para reducir la acumulación de líquido alrededor de la parte superior de la médula espinal y la cirugía para liberar la médula espinal en parte del cerebelo.
Con la cirugía, la terapia y los medicamentos adecuados para controlar cualquier síntoma, los pacientes con malformación de Chiari leve (Tipo I) generalmente disfrutarán de una esperanza de vida normal. Sin tratamiento, la esperanza de vida será limitada a medida que los síntomas empeoren y se acumulen. Sin embargo, los niños que nacen con tipos más graves de esta malformación a menudo no llegan a la edad adulta. Afortunadamente, los tipos más graves de malformación de Chiari son mucho más raros que las malformaciones de Chiari tipo I. Las malformaciones de Chiari tipo II suelen ser la misma afección que la espina bífida tipo II:** aquí vemos un ejemplo de dos afecciones médicas distintas que se superponen completamente en un punto en una especie de diagrama de Venn.
Se cree que algunos tipos de malformación de Chiari son hereditarios, aunque todavía se están realizando investigaciones sobre este tema para confirmar si es así o no. Algunos estudios han sugerido que la malformación de Chiari es el resultado de que el feto no recibe suficientes vitaminas y minerales mientras está en el útero. Como tal, es fundamental llevar una dieta nutritiva y equilibrada durante el embarazo para evitar aumentar el riesgo de que su hijo desarrolle o nazca con malformación de Chiari. Una buena dieta durante el embarazo también ayudará a proteger al feto contra muchas otras enfermedades y trastornos.